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Estudiar en el extranjero es una de las experiencias más enriquecedoras que podemos tener, ya que nos permite conocer nuevas culturas, ampliar nuestra visión del mundo y conectar con personas de diferentes orígenes.
Mucho se habla en la actualidad sobre la presión y el impacto que ejercen las estancias en el extranjero y los viajes asociados a ellos en los destinos y ciudades que se visitan. En la era de las redes sociales y el turismo masivo, es importante cuestionarnos: ¿queremos ser turistas o verdaderos viajeros? ¿Cuál es nuestro verdadero objetivo para trasladarnos al extranjero? La forma en que exploramos el mundo puede marcar la diferencia entre una simple escapada y un intercambio cultural significativo.
Durante mi época como estudiante, tuve el privilegio de estudiar en Estados Unidos, una experiencia que me cambió la vida. También hice una breve estancia en Costa Rica, donde viví como los locales, involucrándome con su cotidianidad. He tenido la oportunidad de vivir en Perú y en Cuba, no como turista, sino como una habitante más: comiendo, viajando e interactuando como los lugareños. Estas vivencias me enseñaron la importancia de conocer otras costumbres, valores y ritmos de vida. Me recordaron que viajar de verdad implica estar abierto, ser empático y tener disposición para aprender antes de juzgar.
Se ha demostrado que conocer otras culturas es una forma de diplomacia blanda; al viajar ejercemos de representantes de nuestros países y damos a conocer nuestra cultura a personas que, de otra forma, quizá no conocerían a alguien de nuestro origen. El concepto de “diplomacia blanda” hace referencia a la influencia que se puede ejercer a través del intercambio cultural, la educación, la cooperación internacional y la comunicación, sin recurrir a la presión económica o militar. Ejemplos incluyen los programas de intercambio estudiantil, la diplomacia científica y los lazos culturales entre naciones. Como viajeros, podemos contribuir a esta forma de diplomacia a través de nuestras acciones y la manera en que nos relacionamos con las comunidades que visitamos.
En este sentido, es fundamental respetar y abrirnos a las costumbres y valores de la comunidad anfitriona, lo que implica ser empáticos y humildes culturalmente, con disposición de aprender antes de juzgar. La comunicación responsable y el uso de un lenguaje adecuado en todos los contextos son también claves para garantizar una interacción respetuosa y enriquecedora.
El peligro del "InstaTikTok Travelling"
Las redes sociales han cambiado la forma en que viajamos. En muchos casos, los destinos se han convertido en escenarios de Instagram y TikTok, donde los viajeros buscan la foto perfecta sin realmente involucrarse con la cultura local. Este fenómeno, que podemos etiquetar como "InstaTikTok travelling", promueve un turismo superficial y rápido, donde la autenticidad y la conexión humana quedan en segundo plano.
En lugar de centrarnos en acumular fotos, deberíamos preguntarnos cómo podemos ser viajeros más responsables y comprometidos con el entorno que exploramos, cómo podemos llegar a ser esos embajadores de nuestros países.
Para evitar caer en este tipo de estancias superficiales, es importante informarse sobre las normas sociales antes de viajar al lugar donde estaremos realizando la estancia, participando activamente con actitud abierta en experiencias culturales. Practicar la escucha activa y evitar actitudes de superioridad hacia la cultura local son claves para construir una relación auténtica y respetuosa.
¿Qué claves podrían ayudar a tener una estancia más responsable y consciente en el extranjero?
Investiga antes de ir
¡Cuantas veces me he sentado en el avión pensando que debería haber investigado más sobre el lugar donde acabo de visitar! Antes de viajar, dedica tiempo a conocer la historia, cultura, costumbres y situación política del lugar. No solo evitarás malentendidos culturales, sino que también demostrarás respeto hacia la comunidad local, evitando estereotipos y haciendo el esfuerzo por entender la cultura local.
Alójate en hoteles y hostales responsables con el medio ambiente
En estos tiempos de crisis medioambiental, busca alojamientos que tengan prácticas sostenibles, como el uso eficiente del agua y la energía, la reducción de plásticos y el apoyo a comunidades locales. Además, casi siempre estos hospedajes están diseñados con las últimas novedades en decoración.
Apúntate a alguna clase del idioma del lugar
Apuntarse a clases de lengua local es una excelente manera de sumergirse en la cultura y las costumbres del lugar. Aprender el idioma no solo facilita la comunicación, sino que te permite comprender mejor la historia y tradiciones locales. Además, te da la confianza para defenderte en situaciones cotidianas, hacer nuevos amigos y disfrutar más de tu experiencia al interactuar de manera más profunda con los habitantes.
Consume productos locales
Opta por restaurantes y mercados que ofrezcan comida local en lugar de cadenas internacionales. Aunque el fast food puede ser una opción rápida y económica, probar la gastronomía del lugar es una de las formas más enriquecedoras de conocer una cultura.
Tómate tu tiempo para observar y reflexionar
No conviertas tu viaje en una carrera por ver todos los monumentos turísticos. Siéntate en un parque, observa cómo interactúan los locales, escucha los sonidos de la ciudad y conecta con el entorno. ¡Cuantas veces a mi vuelta he pensado que debería haber parado a asimilar todo lo que estaba viviendo!
Antes de juzgar, trata de entender
Si un hábito o costumbre te resulta extraño, en lugar de rechazarlo de inmediato, pregúntate por qué se hace de esa manera. Cada tradición tiene una razón de ser, y al intentar comprenderla, enriquecerás tu perspectiva del mundo. Recuerda, no vemos las cosas como son, las vemos como somos nosotros.
Usa el transporte público siempre que sea posible
El transporte público no solo es una opción más económica y ecológica, sino que también te brinda la oportunidad de interactuar con la población local y ver la ciudad desde su perspectiva. Además, viajar en tren es romántico…
Reduce tu huella de carbono
Si tienes la opción, elige viajar en tren en lugar de avión. Si volar es inevitable, considera formas de compensar tu impacto ambiental, como contribuir a proyectos de reforestación o reducir tu consumo de plásticos durante el viaje.
Explora a pie y visita mercados y barrios residenciales
Las mejores experiencias a menudo no están en los sitios turísticos más populares, sino en los mercados locales, las calles menos transitadas y los barrios donde viven los habitantes del lugar. Probablemente te sorprendas de lo que puedas descubrir.
Tu estancia en el extranjero puede convertirse en una de las mejores experiencias de tu vida, pero para que así sea, debes asumir un papel activo y consciente en la forma en que viajas e interactúas con la cultura local. No se trata solo de visitar nuevos lugares, sino de sumergirte en un intercambio auténtico y significativo, donde el respeto, la empatía y la apertura sean la base de cada experiencia.
Tu responsabilidad como turista o visitante extranjero no es solo una opción, sino una necesidad en un mundo donde los destinos se ven cada vez más afectados por el impacto del turismo masivo. Viajar con una mentalidad de ser representantes de nuestros países te permite actuar como un embajador cultural, promoviendo la comprensión y el respeto mutuo. Esto significa investigar antes de viajar, respetar las costumbres locales, apoyar la economía del lugar y evitar actitudes de superioridad o juicios apresurados.
Además, en un mundo dominado por las redes sociales, es esencial recordar que la verdadera riqueza del viaje no está en la cantidad de fotos que tomes, sino en las conexiones que establezcas y en el aprendizaje que te llevas. Ser un viajero consciente y comprometido te permitirá no solo disfrutar más de tu experiencia, sino también contribuir positivamente al lugar que visitas.
En última instancia, el éxito de tu experiencia en el extranjero dependerá de ti. Si te esfuerzas en comprender, respetar y aprender de la cultura anfitriona, no solo vivirás momentos inolvidables, sino que regresarás a casa con una nueva perspectiva del mundo y con el impacto positivo de haber sido un visitante responsable.